Hoy cuando me he levantado, el conejo de Pascua me había dejado unos huevos de chocolate en el nido que le preparamos anoche en una cestita. También me ha dejado un teléfono de juguete que hace muchos sonidos y musiquitas, así que ya no quiero más jugar ni con el de mamá ni con el de papá.
Después fuimos a casa de los abuelos y allí preparamos otro nido en el jardín, donde también me dejó chocolate, y una muñeca que habla. Yo no sabía que hacer con ella, porque me gustaba, pero también me daba miedo, así que empezé a estornudarla.
8 de abril de 2007
Por
Laura
Pascua
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